ELANIOS A ESGAYA

Black-winged Kite’s festival in Zamora (Spain)

Pues eso, después de tres temporadas de sequía (2004 fue el último año con una reproducción importante) en 2008 hemos podido disfrutar por tierras zamoranas de una presencia relativamente abundante de la pequeña rapaz de los ojos colorados: el Elanio común Elanus caeruleus.

Foto: Fernando García Roncero

Aunque existen algunas citas anteriores, fué en 1990 cuando Miguel Ángel García Matellanes, Juan Manuel Pérez de Ana y el autor de este cuaderno de notas, levantamos acta de la primera reproducción conocida de Elanio azul –que era en aquel entonces su nombre oficial- en la provincia (Ardeola, 37:332). Desde entonces la especie se ha extendido, comprobándose la cría en casi todas las comarcas y mostrando notables variaciones interanuales en el número de observaciones y de territorios localizados. Estas diferencias, años muy buenos y años en que casi no se llega a ver ningún ejemplar, probablemente estén relacionadas con las fluctuaciones demográficas de los pequeños roedores en los que basa su alimentación, particularmente con las bien conocidas del Topillo campesino Microtus arvalis.

Foto: Miguel Ángel García Matellanes y Mari Carmen Temprano

Otro aspecto muy llamativo en relación con la fenología y reproducción del Elanio en tierras mesetarias, es que hemos observado que muchas parejas se establecen en sus territorios en fechas muy tardías, a partir de junio y una gran parte en julio y agosto. Como consecuencia, en Zamora lo habitual son fechas de puesta muy retrasadas (son normales pollos recién volados en agosto y septiembre), que si las comparamos con las habituales en Extremadura no parece que se puedan sólo explicar en función de las diferencias climatológicas entre las dos regiones. Esto nos ha llevado a algunos a sospechar que muchas de las parejas que se establecen en pleno verano ya en las dehesas sayaguesas y de las comarcas en torno al Embalse de Ricobayo, procedan de las zonas de cría ubicadas más al sur (Extremadura y Alemtejo, por ejemplo). Se trataría de parejas que se desplazarían hacia las tierras altas del norte, empujadas por la escasez estival de las poblaciones de sus presas principales, como el Ratón moruno Mus spretus. En Castilla y León también se suele dar esa penuria veraniega de roedores, pero el caso es que hay muchos años en que aquí las densidades estivales de Topillo campesino pueden ser -como poco- interesantes para estas rapaces (cuando no francamente espectaculares). En estas circunstancias, parejas de elanios de las regiones del SO ibérico, habiendo tenido éxito o fracasado en la crianza, vuelven a intentarlo en nuestras dehesas, criando su segunda pollada en el mismo año en el primero de los casos.

Foto: Miguel Ángel García Matellanes y Mari Carmen Temprano

Centrándonos en lo que se ha observado este año en Zamora, hay que decir que se han localizado en total 16-17 parejas: 9 de ellas en la comarca de Sayago (SO), otras 4 o 5 en la Tierra del Pan occidental (CO), 2 en la zona de Tábara (CO) y 1 más en el Campo de Aliste (NO), según observaciones propias y de Maribel Martín, Manolo D’Hoore y Miguel Ángel García Matellanes. Es muy probable que el número real de parejas en la provincia haya sido sensiblemente mayor, pues no se ha hecho un esfuerzo sistemático para su localización (en general ha sido fortuita), y dada su gran superficie (unos 10.500 km²) y la inimaginable escasez de ornitólogos que la frecuentan. De hecho hay amplias extensiones de su territorio que no son nunca o casi nunca visitadas.

Como ya se comentó arriba, llevábamos tres años de elanios flacos, de modo que éste lo hemos celebrado y disfrutado con fruicción. Habrá que apurarlo, que me temo que el próximo no será tan bueno. Ahora están en plena dispersión y habrá que tener los ojos bien abiertos porque pueden aparecer donde menos te lo esperas. Suerte..y al pájaro.